martes, 17 de agosto de 2010

Alimentando la Excelencia


Quiero compartir una reflexión interesante que encontré en la bolsa de una tienda de ropa, en dicha bolsa aparecía el siguiente mensaje:

Un viejo indio estaba hablando

con su nieto y le decía:

"Me siento como si

tuviera dos lobos peleando en mi corazón. Uno de los dos es un lobo enojado, violento y vengador. El

otro está lleno de amor y compasión."

- El nieto preguntó:"

Abuelo, ¿Dime cuál de los dos lobos ganará la pelea en tu corazón?"

- El abuelo contestó:

"Aquel que yo alimente."


En la empresa como en la vida personal estará presente todo
aquello que conscientemente decidamos alimentar. Si decimos andar el camino de la Excelencia, esto nos demandará acciones
orientadas a ser
excelentes:
  • Cuestionarnos Nuestras costumbres y creencias,
  • Dejar atrás muchas de esas viejas creencias,
  • Mostrarnos humildes al momento de reconocer nuestra labor (tanto la positiva como lo que tenemos que mejorar)
  • Revisar constantemente nuestra labor,
  • Y realizar acciones de cambios con mucha voluntad y constancia.
Al final la recompensa será una empresa excelente, donde las personas se sientan felices de formar parte de ella y que sientan que sus actos trascienden en la sociedad.

Hoy la sociedad demanda empresas excelentes, quien se apunta?

2 comentarios:

Carmen Fernández dijo...

Gracias por tus palabras, María Eugenia.

La excelencia parte de la conciencia y la consciencia, de dónde queramos posicionarnos desde ellas. La excelencia nos pide mantenernos en la búsqueda de nuestra verdad, en un ejercicio de constancia, voluntad y generosidad, día a día. Es un trabajo arduo, con momentos de pruebas difíciles, pero tremendamente satisfactorio y portador de beneficios concretos, visibles y medibles.

Ma. Eugenia Fernandes Montilla dijo...

Gracias a ti Carmen, por tu aporte.

Efectivamente la Excelencia nos pide descubrir lo mejor de cada uno y ponerlo en práctica, ese camino seguro tendrá pruebas duras pero que gratificante es hacerlo!! Coincido contigo.