Visión Estratégica
Sin embargo, ¿Realmente nos tomamos el tiempo de reflexionar? la realidad es que vivimos con prisas y tan ocupados que no podemos realizar este proceso de reflexivo de forma adecuada, ni en nuestra parte personal como la profesional, lo mismo sucede las organizaciones... Me centraré en las organizaciones.
Pocas organizaciones toman un periodo de tiempo para reflexionar sobre los logros obtenidos y hacia donde quieren orientar sus esfuerzos en los próximos tiempos. ¿En qué consiste esta reflexión? Consiste en vivir plenamente cada experiencia de la organización, tanto las buenas como las no tan buenas; reconocer las experiencias vividas con el único objetivo de aprender de ellas.
Un ejemplo de esto es, cuando no aceptamos que hemos seguido un camino equivocado con un cliente, y no reflexionamos sobre ello, es posible que sigamos repitiendo la misma situación con otros clientes.
Si negamos la existencia de estas experiencias, nos negamos la oportunidad de cambiarlas y evolucionar como organización.
También reconocer las experiencias positivas nos aporta buenas prácticas, que pueden ser mejoradas para continuar en el proceso de evolutivo.
Reflexionar, trata también de revisar la visión de la organización, pensar cuidadosamente sobre la dirección que debe tomar la empresa para tener éxito; implica seleccionar los mercados en los que participará, qué servicios utilizar, como desarrollar sus recursos para ganar cuotas de excelencia, definir una senda estratégica y comprometerse a seguir dicha ruta.
Cuando la ruta está definida cuidadosamente, es precisamente el compromiso, el ingrediente necesario para lograr las metas definidas. Considero que el compromiso es un concepto que parte de la responsabilidad, Erich Fromm en muchos de sus libros define la responsabilidad en su verdadero sentido, como un acto voluntario, que significa estar listo y dispuesto a responder. Si partimos de esto yo me comprometo a evolucionar cuando me siento dispuesto a responder.
Cuando somos responsables y estamos comprometidos con el proceso de evolución estratégica, cada paso que damos es un paso más en el camino que nos llevará a un destino que ya tenemos visto, no divagamos ni dudamos en un camino incierto, sabemos a dónde vamos y el porqué.
Muchas organizaciones, pasan la mayor parte del tiempo definiendo metas (muy necesarias para el avance), y olvidan tomar en cuenta todo lo que hay que recorrer y que forma parte del proceso para finalmente llegar a dicha meta. Olvidan estar dispuestas a responder a esa visión estratégica a través de acciones productivas que conlleven a una evolución interna.
Quiero invitarles en este fin de año a reflexionar y definir hacia donde quieren dirigir sus organizaciones, y como quieren hacerlo. Los tiempos que se avecinan son de cambios muy fuertes, producto de la crisis mundial nos toca comprometernos a mejorar y hacernos responsable de la situación.
Les dejo un pequeño regalo:
el fin de un camino es el comienzo
del otro y así los ciclos se van sucediendo
desde siempre. La evolución es inevitable
y en el crecimiento propio y del universo
están las claves para alcanzar los sueños,
las metas y los objetivos propuestos.