En mi anterior post os comentaba que en los tiempos de cambio que vivimos actualmente, el único y REAL proyecto sostenible ERES TÚ, imagino que algunos de vosotros os habéis preguntado ¿Qué significa ser TÚ MISMO un proyecto?, pues bien, os doy mi visión.
La mayoría de las personas están de acuerdo que nuestro entorno, tal y como lo conocemos, está en un proceso de cambio. Este cambio en muchas ocasiones genera en nosotros incertidumbre, miedo, tristeza, y una serie de emociones que nos revuelven a nivel interior y que acaban afectando nuestra vida en el exterior. Pero, ¿por qué sucede esto? ¿por qué tenemos miedo al cambio?, para mi la respuesta radica en cómo vivimos en la sociedad, hasta ahora el mundo de las emociones y los sentimientos había quedado relegado a nuestros espacios más íntimos y recónditos, ya que muchas veces ni siquiera en nuestro entorno más cercano las compartimos, siendo un territorio totalmente inexplorado por la mayoría de las personas. Nuestros referentes para construir valores, creencias y paradigmas siempre estuvieron fuera de nosotros, en nuestra más tierna infancia los padres, en la adolescencia, cantantes de moda, amigos, películas, líderes, etc. En la adultez quizás los líderes políticos, religiones, personajes históricos, seríes, etc. pero siempre fuera de nosotros; nadie se ocupó de enseñarnos a ser nuestros propios referentes, a indagar y explorar nuestro maravilloso interior para descubrirnos y conectar con nuestros potenciales talentos. Y claro cuando en una sociedad sólo tenemos referentes externos, qué sucede cuando se encuentran en cambio?, cuándo nos damos cuenta que se han quedado obsoletos?, entramos en “crisis”, ya no sabemos cómo movernos ni cómo guiarnos ante tanta oscuridad.
Desde mi visión este es el mejor de los momentos, porque aquí es donde entra la LUZ DE LA CONSCIENCIA. Según la RAE (Real Academia Española- www.rae.es) CONSCIENCIA significa “el conocimiento que tiene una persona de sí misma, sus actos y reflexiones”, viene del latín “cum scientîa”, la cuál se construye de la raíz “scire” que significa “saber”; es el reconocimiento de nuestro propio ser, es la real y profunda sabiduría que tenemos, que no viene dada en libros sino que parte de nosotros mismos. La situación actual nos plantea la necesidad de conectar con nuestros referentes internos, y para ello, es importante desarrollar nuestra consciencia, nuestro propio conocimiento, para entendernos y reconocernos siendo una excelente oportunidad para volver la mirada hacia nosotros, porque es aquí donde radica nuestra sostenibilidad como seres humanos.
La mejor forma de emprender esta conquista interior, es viéndonos como un proyecto que iniciamos donde el objetivo es “desarrollar lo mejor de nosotros mismos y ponerlo al servicio de la sostenibilidad de este hermoso planeta” siendo fieles a nuestra esencia y responsables con el legado que queremos dejar a las futuras generaciones. Cuando iniciamos el mejor y mayor proyecto de nuestra vida, empezamos por ver con qué recursos contamos para el camino y qué necesita ser atendido o mejorado para que sea un impulsor y no un lastre a lo largo del recorrido, con la mirada puesta siempre en lo que necesitamos para lograr nuestra mayor aspiración como personas.
Cuando decidimos con voluntad despertar nuestra CONSCIENCIA al principio nos cuesta desperezarnos y emprender el movimiento, incluso podemos sentir confusión, porque no tenemos mucha práctica en el territorio. Una vez iniciado el camino el primer impacto viene cuando descubrimos a nuestro lado más oscuro, aquel que muchas veces ni siquiera hemos reconocido como parte nuestra, y empezamos a ver lo molesto que puede ser su presencia. En algún momento puede que pensemos que no interesa mantener contacto con esta parte nuestra; pero si confiamos en la ELECCIÓN que hemos hecho y continuamos adelante vamos descubriendo aspectos nuestros que nos sorprenden, algunos de forma agradable y otros no tanto, y ante estos aspectos lo que nos va quedando claro es el inmenso potencial que tenemos. También en este camino de descubrimiento podemos llegar a entrar en profundos conflictos, porque nos ponemos en guerra con la parte que menos nos gusta, incluso podemos sentir un poco de incertidumbre porque parece que no tenemos referentes validos para guiarnos; pero una vez que superamos ese momento en que nuestro ego se resiste a conocerse a sí mismo, es cuando empieza la diversión porque empezamos a mirarnos con un “espíritu de niño explorador”, disfrutando realmente la aventura de conocernos y entendiendo la raíz de muchas de nuestras vivencias. Es el momento cuando nuestra mirada cambia, porque como buenos exploradores, aprendemos a desapegarnos de las situaciones contemplándolas con el propósito de comprenderlas con generosidad y amor para nosotros mismos. Los dramas cesan, nos llenamos de momentos de mayor equilibrio, y descubrimos que en nuestra parte más oscura también hay luz, reconciliándonos con nosotros mismos y aprendiendo a amarnos real y profundamente. Llegado a este punto del camino DECIDIMOS poner a nuestro servicio lo mejor de cada aspecto nuestro, tanto lo más luminoso como lo menos, y te integras realmente en un solo ser que ilumina todo el tiempo.
Este el proyecto que os propongo: TÚ. DECIDE desarrollar tu potencial con compromiso, sabiendo que en el camino habrán pruebas para ver tu nivel de integración, y así podrás aportar el equilibrio que este planeta necesita. Te apuntas a la aventura?